martes, 19 de noviembre de 2013

¨ ...es mucho más fácil desarrollar la afición literaria en el niño y se logra más éxito cuando se invita al niño a escribir sobre temática que comprenda en su interior, que le emocione y, especialmente, le incite a expresar con la palabra su mundo interno. Es muy frecuente que el niño escriba mal porque no tiene de qué escribir.
Hay que habituar al niño a escribir sólo aquello que conoce bien, en lo que ha meditado mucho y profundamente. Nada más nocivo para el niño que imponerle temas en los que haya pensado poco y de los que no sepa qué decir, esto equivaldria a educar escritores vacíos, superficiales ¨.

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